jueves, 16 de octubre de 2014

La IEA presente en el Encuentro anual de los Hermanos Nazareos.

Mons. Néstor Fabián Terragni junto a la Fraternidad de los Hermanos Nazareos.

El 12 de octubre pasado en la ciudad de San Vicente Provincia de Buenos Aires el Obispo Diocesano de Córdoba Argentina de la Iglesia Episcopal Antigua Mons. Néstor Fabián Terragni junto a la hermana Laura participaron en el Encuentro Anual de la Comunidad  Ecuménica de los Nazareos, concretado en las Instalaciones de la Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava.

Mujeres y hombres Nazareos junto a clérigos amigos y a fieles de todas las generaciones.

Esta hermosa imagen habla por si sola: refleja el espíritu ecuménico que se vivió ese fin de semana. Una vez al año, los Nazareos, hombres y mujeres, de diferentes Iglesias Católicas y puntos geográficos de la Argentina hacen un esfuerzo para congregarse y solidificar los lazos de una construcción humana que avanza como instrumento de Cristo y que es ejemplo de un ecumenismo vivo y transparente. Si bien es cierto que por diferentes compromisos pastorales; o el caso específico de los herman@s extranjer@s separados por miles de kilómetros, imposibilitó la presencia de toda la fuerza efectiva de la Fraternidad; pero como siempre, el soplo del Espíritu Santo permitió la conexión a la distancia; porque todo unidos a la cabeza que está en todas partes a la vez, nos sentimos un@ sol@.

Hermanos que recibieron la institución Nazarea del presente año.

La "Fraternidad de los Hermanos Nazareos" entidad ecuménica que está presente en varias Iglesias Católicas, es una fundación del Obispo Ortodoxo Franc Promozic, quien fue instrumento de Dios en el "momento preciso" (Ecl 3, 1) para captar esta inspiración. Me atrevo a decir que analizando históricamente la evolución de las Iglesias Católicas Independientes; esta Fraternidad: es la célula ecuménica que más frutos ha dado al catolicismo independiente en Latinoamérica, y no para de crecer, y al mismo tiempo de servir de apoyo a pequeñas; nuevas; y pobres comunidades que tratan de resistir en el tiempo o hacerse un espacio en la Iglesia UNA de CRISTO.

Un hermano y amigo de nuestra comunidad en Catamarca, Hermano Eduardo Abuelo, preparado y con gran emoción para recibir la institución del Nazaerato.

La Historia de la Fraternidad es muy fuerte y profunda, llena de historias y anécdotas que reviven en cada encuentro; o cuando dos o más Hermanos se reúnen para alabar a Cristo el Señor; de quienes son fieles servidores al igual que Simón de Cirene (Mt 27, 32); uno de los primeros Nazareos, cuando cargó la cruz del redentor.

El Hermano Nazareo Eduardo, junto a otra bella persona y gran referente del Ecumenismo y el diálogo Interreligioso Hermano Mayor Carlos Cousillas; que Dios Padre todopoderosos les permita crecer día a día en Santidad.

La Fidelidad Nazarea se desliza  entre las fronteras de las  denominaciones cristianas y además se extiende a toda institución sin preconceptos para potenciar el amor existente; o para llevar amor a donde hace falta amor; o para llevar luz a donde prima la oscuridad.

Estuvo presente SB YURI. Emigidiusz Ryzy, autoridad máxima del "American World Patriarchs" acompañando al fundador de la Fraternidad de los Nazareos Mons. Franc Primozic.

Mons.++ Teofano (derecha); Hermano Mayor y responsable superior de la IOBE en Argentina; acompañando al Hermano Mayor Carlos Cousillas en su alocución por el día de la fecha.

Creo que el principal objetivo de nuestra Familia Ecuménica, estaría sintetizado en esta hermosa plegaria del Libro de oración Común de la Iglesia Episcopal:

"Oh Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, nuestro único Salvador, el Príncipe de Paz: Danos gracia para que de corazón consideremos seriamente los grandes peligros en que nos hallamos por nuestras desdichadas divisiones. Aparta de nosotros todo odio y prejuicio, y cuanto pudiere impedir una santa unión y concordia; para que así como no hay más que un Cuerpo y un Espíritu, una esperanza de nuestra vocación, un Señor, una Fe, un Bautismo, un Dios y Padre de todos, así seamos todos de un corazón y una alma, unidos en vínculo sagrado de verdad y paz, de fe y caridad, y con una mente y una voz te glorifiquemos; por Jesucristo nuestro Señor. Amén."


Arzobispo Juan Carlos

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