miércoles, 1 de septiembre de 2010

La opción por los pobres desde la Iglesia Antigua.


Se cuestiona hoy el concepto de la pobreza desde la mirada del religioso, del filántropo o del solidario, con una sensibilidad diversa del pasado. La humanidad va tomando conciencia de situaciones catastróficas, que afectan a muchos hombres por la falta de alimento, vestido, cultura, técnica. Países enteros luchan por sobrevivir en medio de condiciones infrahumanas. Estas son comunidades de pobres, enclavadas dentro de nuestro único mundo, de nuestra única tierra. Tres cuartas partes de la humanidad pasan hambre, mientras que una cuarta parte tiene estas necesidades primarias resueltas, y con abundancia.



El desequilibrio es innegable. Las desigualdades injustas que caracterizan estas diversas situaciones humanas de pobreza y de riqueza no son un destino, que hayamos de aceptar resignadamente; no se deben a causas ajenas a la voluntad humana; no son “voluntad de Dios”
Estas desigualdades nacen del pecado del hombre, del pecado de los poderosos y de aquellos que se enriquecen olvidándose de sus hermanos, de los individuos y de los grupos de egoístas y prepotentes que pisotean la dignidad y los derechos humanos. La pobreza de los hombres y de los pueblos manifiesta el rechazo del don de Dios, que nos invita a vivir como hermanos, a compartir los bienes creados, a construir una comunidad humana más justa y más fraterna.




No tenemos lugar a dudas que el Nuevo Testamento viene a profundizar más la dignidad humana, pues pone en el corazón de su enseñanza que el Amor de Dios por los hombres es tan grande, que el mismo decide encarnarse como Cristo (Jn 3,16) y abrazar a todas las personas sin exclusión.
El hombre es un ser tan digno que merece los sufrimientos y la muerte misma del Hijo de Dios (Gal.2,20). No se podía ensalzar más alto la dignidad humana que haciéndola motivo de la encarnación y de la muerte del Hijo de Dios.
Y la enseñanza toda de Jesús está llena de ese mismo humanismo que se contiene en su vida y en su muerte. Jesús nos hace ver no sólo la dignidad de los pobres, de los enfermos, de los pecadores y marginados, sino que nos dice que cuanto se haga por ellos en amor, servicio o entrega, se hace por El mismo.

Dramática y emocionante es la parábola del juicio en que Jesús nos dice que cuanto hicimos con los más pequeños lo hicimos con Él mismo, que está en ellos. Y de la misma manera, la parábola del buen samaritano nos enseña que más importante que el camino del sacerdote al templo, es el del samaritano que se inclina ante el hombre herido en el camino y lo ayuda según sus posibilidades.
Como suele decirse, el hombre es “el sacramento de Dios” y a la vez afirmamos que a Dios no lo podemos ver con nuestros ojos, a pesar de ello si podemos verlo en nuestros hermanos y amarlo en ellos: “Si alguien digiera amo a Dios, pero aborrece a su hermano, miente (1 Jn 4,20)
“El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor” (1 Jn 4,8)



La causa de Dios y la del hombre van indisolublemente unidas. Y es que todo hombre tiene algo de Dios Y el que no lo ama se aleja irremisiblemente de Dios. El Cristianismo es un humanismo que consagra al hombre como el centro sagrado de toda creación. Cristo mismo como centro de unión entre Dios y la creación es también hombre.
Sin embargo no podemos negar que la historia del cristianismo está llena de pecados. Y el pecado es siempre la opresión del hombre, especialmente de los más pobres y necesitados que no tienen con que defenderse. La esclavitud, la miseria, la ignorancia, la insalubridad han tenido y siguen teniendo a millones de latinoamericanos en una situación que, más que imágenes de Dios, parecen templos profanados. Los cristianos somos todos cómplices de esta situación y por eso debemos hacer un acto de conversión que alcance a las estructuras, cambiando la presente situación en otra de justicia y de paz.



En el documento de Puebla podemos verificar con nitidez la confesión de fe en el hombre y en sus derechos inalienables: “Profesamos que todo hombre y toda mujer, por más insignificantes que parezcan, tienen en sí una nobleza inviolable que ellos mismos y los demás deben respetar y hacer respetar sin condiciones; que toda vida humana merece por si misma, en cualquier circunstancia, su dignificación; que toda convivencia humana tiene que fundarse en el bien común, consistente en la realización cada vez más fraterna de la común dignidad, lo cual exige no instrumentalizar a unos a favor de otros y estar dispuestos a sacrificar aún bienes particulares” (n.318)
Para que la dignidad humana no quede convertida en un valor teórico e idealista es necesario que se clarifiquen y defiendan los derechos de toda persona: derecho a la vida, al trabajo, a la educación, a la salubridad, a una vivienda digna, a la libertad de conciencia y a la libertad política, al matrimonio y a los hijos, etc. Derechos de los que carecen las grandes mayorías de nuestro continente y que exigen de parte de los cristianos una verdadera lucha por la liberación de tantos hermanos oprimidos. Es una liberación “de todas las servidumbres del pecado personal y social, de todo lo que desgarra al hombre y a la sociedad” (n.482)



Como todos tienen conocimiento "la comunidad antigua" de Catamarca desde su posición de simple instrumento de Dios, aspira a promover a las personas que sufren exclusión, pero dentro de un proyecto serio y gradual, por ello eligió promocionar niños y jóvenes en edad escolar junto a su contexto familiar.




Los hermanos antiguos somos respetuosos de todas las devociones populares, porque respetamos la libertad de pensamiento de los “otros” así como esperamos lo mismo de nuestros hermanos.
La devoción popular en Argentina a María la madre de Cristo es muy fuerte y está presente mediante su imagen en cuanto espacio comunitario exista. En Catamarca la advocación a la Virgen del Valle es la devoción popular locataria más fuerte, la siguen El Gauchito Gil y la Difunta Correa, así como varios seres mitológicos como el duende Enrique y otros (que hablaremos en otro informe).


Por lo tanto no es ninguna novedad la presencia en un País laico, con libertad de culto, que en la Escuela Secundaria y Radio Comunitaria del Colegio Polimodal Nro. 5 Gobernador Galindez, esté presente la imagen de la morena Virgen del Valle, ahí firme, atenta, como señal de protección y puente inmediato al Dios único. Para asegurar y bendecir el éxito de este proyecto comunitario.




Proyecto que fue apoyado en forma espiritual por nuestra comunidad antigua y que hoy en pleno funcionamiento multiplicará varios beneficios para la promoción de los jóvenes estudiantes. Incluso la posibilidad de compartir algunos programas en cadena con Radio Comunitaria Antigua.
Recordando nuestras propias palabras en un artículo del año pasado en el cual describíamos los beneficios de la radio Escolar Comunitaria:
El doble beneficio que significa una Radio Escolar, primero para la Escuela, que puede explotarla con fines pedagógicos promoviendo el ejercicio de las habilidades de comunicación y expresión oral. También los alumnos pueden explorar sus capacidades en un ámbito cercano a la vida adulta y aprender nuevas formas de participación comunitaria.
La radio incentiva el trabajo en equipo, los alumnos deben reunirse para planificar un programa, discutir sus ideas, hacer consultas masivas a todos su compañeros y lograr un consenso con respecto al material que deben emitir al aire.
Las radios escolares constituyen alternativas pedagógicas muy útiles para estimular las competencias lingüísticas.
En segundo término es un beneficio para acercar a la Escuela a la comunidad y viceversa, desde la Escuela se puede transmitir las novedades y noticias especificas del barrio que comúnmente no son transmitidas por las radios comerciales y los vecinos pueden acercarse para interactuar y colaborar con sus ideas. Es una excelente herramienta para favorecer las comunicaciones entre la institución y la comunidad y despertar el espíritu solidario de la sociedad. Además permite al alumno entrar en contacto con los valores de la comunidad y desarrollar el sentido de pertenencia a la comunidad y de identificación con los valores de: respeto, tolerancia, cooperación y solidaridad.
Sobre todo en nuestros días contar con una Radio Escolar significa una excelente oportunidad para el alumno o el vecino de comprender el funcionamiento y practicar el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, manteniendo actitudes reflexivas y críticas sobre las mismas.




La presentación de la figura de María, mujer pobre, es suficientemente elocuente como para expresar la cercanía de esta gran mujer a todos los humillados y pobres de nuestro mundo. Bien es cierto que María no opto expresamente por los pobres con la connotación que le damos hoy en día a ese acto de valentía solidaria.
María nació pobre, y su pobreza quedó consagrada por la presencia de Dios, que la acogió como ella era; consagración que ella acepto con toda la libertad de su corazón.
María padeció con los pobres, en primer lugar con las mujeres de su época, con los habitantes de la despreciada Galilea, con los Israelitas esclavizados y colonizados por los romanos.
María fue solidaria con todas aquellas mujeres por motivos biológicos o por motivos psicológicos tenían sobre sí la humillación de su esterilidad e infecundidad o de su despreciada virginidad. Perteneció al grupo explotado de las viudas de Israel. Sintió en su persona el aprobio de la ejecución de su hijo en la cruz y se solidarizó con tantos crucificados como hubo en Israel.
María padeció con tantos hombres como en nuestra historia padecen el dolor, la humillación, la opresión. Fue solidaria así mismo, de quienes no comprenden la actuación de Dios y, sin embargo, esperan confiadamente (Lc.2,50)
Nunca es incluida María en grupos privilegiados, ni con los sacerdotes, ni con los príncipes, ni con la gente poderosa. Las escenas evangélicas la colocan entre el pueblo sencillo, entre los pastores, con los magos paganos, en medio de los que crucifican a su hijo, en la comunidad cristiana, recluida en el Cenáculo.

Y finalmente la luz que arroja el Magnificat de María es una motivación para la promoción de los débiles que son en realidad los que sacramentalizan el reinado de Dios.

Los pobres de Espíritu, los humillados y empobrecidos, que confían ciegamente en Yaveh, el ejército de los no violentos, la comunidad de las bienaventuranzas, son la amenaza más explosiva para este mundo viejo y corrompido por la cadena de injusticias y corrupciones.

Hoy Comprendemos que el nombre de la pobreza evangélica es “opción por los pobres”, no opción por la pobreza en abstracto. Cuando toda una vida se finaliza en los “pobres”, reconocidos como hijos de Dios y hermanos nuestros, la vida se convierte en amor, que identifica con los pobres y lucha a favor de su liberación.

La Comunidad de la Iglesia Antigua en Catamarca te invita a unirte en esta cruzada de amor para promover a nuestros hermanos pobres, teniendo en cuenta que nadie es tan pobre que no tenga algo para dar. Los mismos pobres te esperan con su riqueza espiritual que obrará milagros en tu vida.
Te esperamos.

¡Paz y bendiciones!
Mons.++ Juan Carlos


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